viernes, 2 de noviembre de 2012

¿Cómo percibo a Elokim? (Dios)





Ya'akov Ben Tzyion



Médico.



¿Cómo percibo a Elokim? Como una presencia constante en mi vida. Para explicarme tengo necesidad de echar mano de un lenguaje alegórico. Por eso diré que en ocasiones percibo a Elokim como se percibe al sol.

De mañana en el resplandor de los primeros rayos, contemplo la grandeza de su gloria y me siento inmensamente rico y amado cuando siento que El hizo ese amanecer, especialmente para que yo lo contemple. Al atardecer, me detengo para maravillarme nuevamente de su gloria, de su creatividad. En ambos extremos del día, agradezco por la vida que me da, y por alargar los días de mi existencia. Cuando no inicio o termino mi día bajo esta percepción, entiendo que mi insatisfacción es la evidencia de la ausencia de Elokim.

Como sucede durante la noche, cuando no percibimos el resplandor de la luz, sentimos miedo, angustia, incertidumbre. Pero la esperanza de saber que su luz está al otro lado de la obscuridad, evita que en su “ausencia” yo termine por sucumbir a la desesperación, a la ceguera, y al miedo; y puedo esperar tranquilo su retorno.

En el tiempo de mi rebeldía o mi necedad, cierro los ojos como para no verlo y no tener que darle cuentas, y sin embargo, sé que El está presente y brillante a pesar que yo pretenda negarlo, de ocultarlo neciamente detrás de mi pulgar. De igual manera me sucede, cuando en la confusión que se desprende de confrontar los viejos paradigmas que me enseñaron las religiones, y en esa confusión me sumerjo en la profunda obscuridad de la incertidumbre, de la duda, de la racionalización lógica, y de la especulación ciega. Al final, El surge lentamente pero firme, irrevocable. Eterno. Inescrutable.

En mi tiempo de cordura y prudencia lo percibo desde siempre, en toda su obra, y me asombro de su perfección, y su poder. En la paz que me llena, en el amor que me invade, en su misericordia inmerecida, en su paciencia. Es mi seguridad última y persistente, mi porción, y mi herencia. Lo busco fuera y dentro de mí. Afuera, porque los cielos cuentan su gloria, y dentro porque le necesito más que al aire, o al agua, para seguir vivo.

Procuro ya, no figurarme Quién es o Cómo es. Pero lo que me parece, es que a la luz de los cambios en el conocimiento y el pensamiento humano, Elokim no es una forma antropomórfica como lo enseña la religión. Todo aquello con lo que podríamos compararle, no es sino una manifestación de su poder y su obra. El Guernica no es Picasso en persona, sino la expresión de la mente y el arte de Picasso.

Elokim no es una abstracción, ni un concepto, es un Ser, no es la materia, ni es la energía ligada a la materia. Es la fuente de ambas. Elokim es mente, voluntad, poder, grandeza, perfección, incorrupción, inmutabilidad, plenitud, vida. De lo cual, nosotros somos a semejanza suya. La expresión más infinitamente pequeña de su gloria.

Nuestra imperfección humana, nos hace del todo dependientes de El para mantener la rectitud y aspirar a su perfección y santidad. Elokim es la fuente de mi existencia y es mi meta, Elokim es la única verdad. Y conocerle es la vida eterna.

Así es amigo Jacob, a reserva de lo que puedo decir de Elokim hoy y que quizá me ha faltado mucho por decir de lo que ya me ha mostrado y he comprendido, y que seguramente podré decir de Elokim en el porvenir. Porque El se revela gradualmente a nosotros, según El quiere. Por último, creo que me puedo comunicar con El físicamente, pero creo también que podemos comunicarnos con El desde el interior del corazón, en silencio. Pienso además que aun debo crecer en fe. Porque mi fe aun, es como un pequeño grano de mostaza.




יקב בן ציון


jueves, 20 de septiembre de 2012

Yo, Ya'akov אני יעקוב

Nací en la Ciudad de México. Soy Médico y ejerzo la Pediatría. Estudio las Escrituras, y busco las raíces del pensamiento Hebreo, pero principalmente, la consolidación de la fe deslindada del pensamiento mágico del Colectivo Inconsciente, y de la imposición religiosa y el engaño que esclaviza la voluntad y ofusca la mente, y pienso, que el conocimiento de la verdad es un derecho de todas las personas, pero que cada cual tiene derecho a establecer libremente qué desea saber, y qué prefiere ignorar. Estoy convencido de que la existencia no es obra de la casualidad, sino producto de un acto voluntariamente creativo, y que responde a un propósito y tiene una meta, y que la fuerza que mantiene el impulso de vivir, está en la fe y en el amor. Creo en un ser Único y perfecto de quien procede todo y quien estableció las leyes que rigen la Materia, la Física, el Cosmos, y las relaciones humanas. Que nos demuestra su amor y su paciencia a cada momento y en todo lugar; y que manifiesta su perfección a través de todo lo tangible, y aun de lo intangible, y que sobrepasa toda la capacidad de comprensión no solo de un hombre, sino de la Humanidad entera. Estoy convencido que las religiones y los religiosos, al pervertir la verdad y los propósitos del Creador, son responsables de tanta inmoralidad e incredulidad como hay en toda la tierra, son culpables además, de generar odios, y promover el derramamiento de sangre, culpables también del comercio que hacen con la fe, y responsables de las blasfemias. Culpables también de vender la Justicia al mejor postor. No promuevo doctrinas porque el camino a la verdad debe ser hallado por cada quien, sin que alguien más enajene la voluntad, ni haga usufructo con la ignorancia. No discrimino personas ni nacionalidades porque quien desprecia en forma alguna a hombre o mujer, desprecia a Aquel que lo creó. No soy tolerante con lo que es inmoral, pero soy misericordioso, prudente, y me esfuerzo en no juzgar, pues solamente Uno es digno de juzgar lo que está mal, porque Él, todo lo hizo bueno. No solapo la injusticia ni el abuso del poder, ni me hago cómplice de la violencia, menos aún, justifico el genocidio bajo ningún pretexto, y venga de quien venga. Adopté el nombre Hebreo de Ya'akov para comunicar lo que pienso, porque al margen de mi nacionalidad, me identifico con Israel (Génesis 32:28). Diariamente me esfuerzo por buscar la verdad, y por mantener la congruencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago; pero soy consciente de mis constantes fracasos, por eso redoblo mis esfuerzos día con día. Porque el reino de Justicia solo dejará de ser una utopía, en la medida que cada cual se esfuerce por poner su parte para que sea una realidad. Pienso que la existencia corporal y su culminación, son simples hitos en la eternidad, y que la vida va más allá de estos, y no se limita a la funcionalidad biológica del ente, pues está dicho: "En esto consiste la vida eterna, que te conozcan a ti, Padre…." 
Y la eternidad, apenas y será el tiempo requerido para alcanzar ese objetivo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Gracias Padre

Gracias Padre porque día con día me das muestras de tu grandeza, tu poder y tu gloria. Porque me permites abrir los ojos para verte en la magnificencia de tu amor, tu sabiduría y tu perfección. Gracias porque en tu palabra y en el conocimiento de los entendidos, paso a paso descubro tu Ser y Existencia, y porque pese a la insuficiencia de mi mente y mis sentidos, de mis miedos y de los engaños que en otro tiempo aprendí, y que me impidieron conocerte. Y a pesar de mis dudas, tú encuentras diferentes maneras de demostrarme que estás aquí conmigo. Guardando de mi vida y de aquellos a quienes amo. Enseñándome a ser paciente, para esperar tu salvación (Que son las respuestas a mis necesidades materiales y espirituales). Y enseñándome, con tu paciencia y misericordia, a ser paciente y misericordioso con aquellos que no son como yo, porque no se ajustan al patrón de lo que yo considero bueno, (y que no necesariamente corresponde a lo que tú llamas bueno). Gracias porque, todos existimos por ti. Y porque tú (al contrario de lo que los hombres han pensado por siglos y siglos), no condicionas tu amor, ni tu bendición, por bueno o malo, sino que las repartes por igual. Solo tú eres el único que puede establecer el Juicio entre el Bien y el Mal. Y solamente tú sabrás qué harás, para pagar a cada cual, conforme a tu Juicio, y tu Justicia. 

P.D. En esta ocasión no hay imágenes, ¿Acaso hay forma de expresarte en una imagen? ¡No! Lo que podemos hacer es colocar imágenes de tus obras, pero no de ti.


sábado, 15 de septiembre de 2012

Hola...


Hola, como te habrás dado cuenta ya no soy el hombre religioso que solía ser algunos años atrás. Sin embargo, no dejo de centrar mis esfuerzos por transmitir a los demás la confianza en la existencia de Dios; si bien, he comprendido que cada cual tiene derecho a formar su propia opinión de qué, cómo, y en quién creer.

Porque Dios es real, pero todas las religiones, mayoritariamente están forjadas de mentiras, y mentiras son lo que enseñan, lo que predican, y lo que practican. A pesar de ello, todas las religiones tienen algo bueno para tomarse en cuenta y apropiarse de ello, y todas tienen también, muchas cosas en común en lo que se refiere a su visión del cosmos. Pero sobre todo, todas las religiones se parecen entre sí habida cuenta de su abundante imaginación y pensamiento mágico; magia que se traduce en mitos y costumbres irracionales propias de tribus y clanes primitivos. Conductas aberrantes que suelen desbordarse hasta llegar a lo auténticamente grotesco y abominable, y que en las Escrituras se registran reprobadas de Dios. Aberraciones que tarde o temprano saltarán a la vista de quien tenga al menos medianamente desarrollados los sentidos, y se detenga a razonar y cuestionar toda práctica primitiva y salvaje, digna de hechiceros y adoradores del demonio. Las mentiras de los sacerdotes y de los eruditos en materia religiosa sin distinción de religión, en contubernio con las clases gobernantes, a lo largo de los siglos, han mantenido vigentes ancestrales enseñanzas heréticas y tradiciones ajenas astutamente encubiertas y amalgamadas en un sincretismo disfrazado de liturgias, en la forja de tradiciones y falacias que a fuerza de repetirse se toman por verdades incuestionables, y que prevalecen y se transmiten por generación y generación, por la cómplice ignorancia fanática de la gente. Ignorancia que les impide comprender, que su dios es un demiurgo, un dios menor, sujeto al Verdadero, y finito, imperfecto y en consecuencia: espurio.

He llegado a entender que nadie debe saber más de lo que realmente desea conocer. Sin embargo, no creo que el acceso a la verdad deba limitarse a grupos selectos: ni étnicos ni religiosos, ni confío en las élites de soberbios, ni en las sociedades secretas poseedoras y guardas de gnosis esotéricos y místicos. Todos aquellos que suelen exigir como derecho de admisión la invocación de nombres, o el pasar por ritos iniciáticos, para gozar del privilegio de acceder a los conocimientos profundos de la llamada Gnosis. La verdadera iniciación del neófito, está en el interés de cada cual por saber, y el precio a pagar está en el impacto que produce el confrontar los viejos esquemas aprendidos, y los paradigmas que constituyen sus convicciones, su identidad misma, y tener que decidir qué tomar y qué dejar. Y dije precio a pagar, porque la fe puede llegar a zozobrar de tal manera, que se corre el peligro de caer en el profundo pozo de la incredulidad y la desesperanza, y no lograr salir de ese Hades. Por lo mismo, no debe conocerse aquello que no se quiera o se necesite conocer.

Nadie y por ningún motivo, tiene derecho a aprovecharse y esconder la verdad, así sea por la más "noble" razón, o para abusar del miedo, o de la ignorancia, de la superstición, o del simple desinterés por saber. Hacer esto, es decir, aprovecharse de la falta de iniciativa por aprender, para hacer proselitismo y engañar al neófito, es total y rotundamente perverso, y abominable. Aunque nada hay más engañoso que el corazón del hombre, y nadie debe ser sabio en su propia opinión; cada cual tiene derecho a llegar a formar su concepto propio, y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a enajenar a otros con su particular forma de entender las cosas haciéndolas pasar por verdad absoluta e infalible.

Nadie, bajo ninguna circunstancia, tiene derecho de imponer, ni persuadir, ni subyugar la voluntad personal, ni engañar la fe de otro por ningún medio: ni por la violencia, ni con la más sutil y persuasiva retórica de palabras engañosas, ni de falsa ciencia. Porque hacer tal, es enajenar la voluntad. Y ni siquiera el mismísimo Hacedor de la vida, pese a haber fijado las reglas del juego, se tomó jamás la libertad de coartar el libre albedrío del hombre. Hacer esto, es incurrir en una infamia incalificable y sin nombre, más inefable, que el mismo Nombre Inefable, por cuanto que es la mayor desobediencia intencionada y consciente, a la voluntad del ser supremo, y es apenas equiparable con inducir a alguien en el vicio, o sodomizarlo, o a sujetarlo a cualquiera otra forma de esclavitud y abyección degradante. 

En el fondo, el conocimiento que le permite al hombre aproximarse a la verdad inalterable, completa y eterna, es como un puzle, un rompecabezas que para ser construido requiere de un doloroso, arduo y lento proceso experimental de ensayo y error, donde cada cual, coloca las piezas. Cada pieza debe ser colocada casi sin ayuda. Sin que se pueda tomar a jactancia o locura; quizá con la única ayuda de Dios mismo, lo que suele llamarse: Espíritu Santo, haciendo esto tal y como está en la Escritura: "probando los espíritus si son de Dios", considerando que lo que Dios hace es bueno, y está lleno de amor y verdad y vida, lo que sea contrario a estos principios no es de Dios.  Ayuda que se hace evidente cuando nos detenemos a considerar la cantidad de "felices" eventos que se deben conjuntar para: leer el texto preciso, o para encontrar el documento extra-religioso, o el testimonio gráfico, o la palabra idónea del amigo circunstancial o del evento "casual". O de los "coincidentes" puntos de vista afines o complementarios, las inquietudes compartidas de racimos de creyentes con quienes coincidimos en el mismo afán y el mismo sendero. Y de quienes no teníamos el más remoto antecedente de su existencia. Las noticias científicas, o la lectura prudente, (y no carente de cierta sensación del miedo que provoca caminar por peligrosos terrenos desconocidos) de los textos "prohibidos" por las religiones dominantes.  Y el apoyo de "la mano de Dios", que nos mantiene asidos firmemente, mientras nos debatimos en la agonía de la duda y de la incredulidad, aun de la abjuración, y quizá hasta de la blasfemia. Solamente, el sentir la invisible presencia de Dios, y su paz, es lo que impide que lleguemos a la locura de la apostasía. Claro que para nuestros viejos correligionarios seremos apóstatas y herejes, pero al llegar a este estado de disidencia con la doctrina y la religión en turno, lo único que importará para la paz del corazón, será  solamente la misericordia de Di-os, y cómo juzgue nuestras intenciones y nuestra obediencia a él. Cuando ya se ha pasado por todo lo anterior, una fe renovada y firme, desvelada y legítimamente tuya, será lo que poseas como escudo y baluarte. Solamente así podrás estar seguro de la Roca, sobre la cual podrás levantar el edificio de tu fe.

viernes, 14 de septiembre de 2012

¡NOTICIA DE ÚLTIMA HORA: Dios existe!



Por Ya'akov Ben Tzyion
Médico.

DI-OS (singular) existe... Nadie ha podido demostrar  contundentemente, lo contrario, lo que no se ha podido comprender es, cuál sea su verdadera esencia porque es intangible. Pero nadie, desde los albores de la Humanidad, ha podido negar la multitud, diversidad y excelsitud de sus obras diseminadas en la inmensidad de lo infinitamente pequeño, y lo infinitamente grande. Lo que sí queda plenamente demostrado, es que la mayoría de sus detractores, lo son, por la pequeñez de sus mentes, que contrasta con la soberbia de sus egos, y que se desintegran, cuando se las compara con algo que se conoce como Kavod de DI-OS.   Por otra parte, es indudable, que a DI-OS, mucho se le difama, a consecuencia de la claramente ineficaz  administración de sus auto-proclamados voceros oficiales, que reciben el nombre común de: "creyentes", y por la corrupción de sus: "Ministros de Culto".  Así como por el despotismo e exhibido, por quienes insisten en llamarse: hijos suyos. Suele permanecer oculto a los ojos de la ignorancia, pero los Científicos han podido confirmar su eficiencia al corroborar, por medio de sus investigaciones y ensayos, la sofisticación de Sus diseños, y la precisión de los mecanismos inventados por él. Este redactor, ha tenido acceso información privilegiada, recabada en documentos oficiales, y también, de fuentes no autorizadas por las diferentes Organizaciones Oficiales, encargadas de la publicidad y promoción de "Su Persona". A partir de dicha información privilegiada, sabemos que DI-OS, es: real, incomparable, infinito, plenamente confiable puesto que no cambia, ni se deteriora, ni se corrompe como la Materia, es omnipresente, por lo cual está al alcance de la mente, el corazón y la voz de quienes creen con verdad y sencillez, para llegar a establecer una auténtica y sincera comunicación con él y por lo tanto, no requiere de intermediarios ni de representantes, de ninguna naturaleza (conjuros, sacrificios rituales, víctimas, ritos iniciáticos ni manifestaciones públicas para la admisión a agrupaciones selectas, linajes, heráldica ni genealogías, emblemas, logotipos, ni símbolos mágicos, artilugios, seres divinos, ni seres humanos) . En su paciencia, ha permitido que en un lenguaje coloquial, le hayamos puesto Nombres (al gusto), y le hayamos dado una Forma, y asignado un título: Dios, y un género masculino, para referirnos a Su Persona, pero en realidad, DI-OS no es "eso", ni tiene género porque no se trata de un Ser sexuado, ni con apetitos sexuales o de cualquier otra índole. Como el Impostor que se venera en las religiones, y que se conoce con el nombre genérico de: Satán (el dios de este Mundo), de quien, algunos sectores afirman, es una invención del hombre y de la religión. Sabemos además que DI-OS, es omnisciente, ya que esto es un requisito indispensable para que él pueda desempeñar su oficio, y debido a lo cual no requiere, ni ha requerido jamás asesorías para llevar adelante sus ideas: (diseños, propósitos, funcionamiento, etcétera). Respecto de sus obras, podemos inferir que la Mente de DI-OS, las ha hecho, intencionalmente ya que podemos apreciar en ellas, diseño, armonía, sincronía, vectores, fuentes de energía, y uso sustentable de estas, un producto, así como un propósito, y un término (o destino), tal y como se observa en una maquinaria o en una factoría. Aunque a decir verdad, la complejidad de estas, aun sobrepasa los conocimientos y la capacidad de comprensión de su (quizá autonombrada) obra cumbre: el Hombre (es decir: la Humanidad). Y es muy probable, que las intenciones de DI-OS de haberse convertido en Fuente de Vida y de existencia, no lleguen a ser conocidos jamás. La fe quizá de manera paliativa, nos dice de esto último, que la razón que DI-OS ha tenido para haber hecho todo, es el Amor. ¿Usted; tiene objeciones?



viernes, 31 de agosto de 2012

Quizá tengas razón...

(Mar 12:32) Entonces el escriba le dijo: "¡Bien, Maestro! Has dicho la verdad que uno es Dios, y no hay otro fuera de él. 
 (Joh 4:24) "Dios es Espíritu. Y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en verdad". 
 (Rom 1:25) Cambiaron la verdad de Dios en mentira, y adoraron y sirvieron a las criaturas antes que al Creador, que es bendito por los siglos. Amén. 
 (Joh 17:3) "Y ésta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado.

 Quizá tengas razón. Quizá así sea: tal vez ni remotamente me he aproximado a la verdad. A la única verdad, la verdad que me indique ¿Qué hago aquí? ¿Qué hacemos aquí todos: ustedes, yo, el cielo, el sol, las galaxias, los pobres, los despojados, los "endemoniados", los "justos", los inmorales, los ricos, los religiosos, los Científicos, los agnósticos, los hijos de Russell, las iglesias, Roma, Babilonia, los venados, los canes, los delfines… Los Osos de Chicago… el Nuevo Orden, las partículas sub-atómicas, la Física Cuántica… los Judíos, los Católicos, los "Dioses", y las "Diosas", el tiempo infinito. Los Agujeros Negros. La Gnosis, las Religiones… Quizá todos los profetas sean como José Arcadio Buendía, y el final del Libro de la Vida, sea como está escrito en "Cien Años de Soledad" de Gabriel García Márquez. O irreal y producto de la imaginación, como nos insinúa Jorge Luis Borges en su literatura extraña, mágica y sofisticada. Quizá sea verdad lo que está escrito en Colosenses 1:16… o quizá Jehová es un Demiurgo. Y el amor de DIOS solamente es un slogan de propaganda para aumentar la dosis de opio, sin que lo notemos, y sigamos soñando en que viene la Justicia de DIOS sobre los malos, y la recompensa sobre los "escogidos" entre tanto que unos cuantos "privilegiados" nos siguen ¡Jodiendo la vida!

Quizá, predicamos para que la vida se haga menos miserable a aquellos que solo esperan consuelo sin esforzarse para nada, ni buscar nada. Quizá Jesús es el Hijo de Dios, y somos tan malvados que lo rechazamos como lo hicieron los fariseos y los saduceos. Quizá nuestros bajos apetitos (llamarlos instintos animales, sería ofensivo para las bestias) llamados concupiscencias [del latín concupiscentĭa] de la carne, es lo que nos lleve a sentir apego por "la vida", y miedo por la muerte. Y la culpa, es la verdadera razón de ser de "dios".

Quizá los hombres de Ciencia modernos, solo son modernos Alquimistas en la búsqueda de la "Piedra Filosofal" para transmutar el plomo en oro, y el "Elixir de la Vida". Dos cosas que los místicos, y los magos charlatanes y los "representantes y ministros de Dios" nos ofrecen por una antigua ruta alterna a la que nos marca la Medicina, la Física y la Farmacología.

Quizá tengas razón, y yo ni conozco al Mesías Hijo de Dios, o tú prediques al mito que forjaron los magos de la más remota antigüedad. A ese, que en Egipto se llamó Osiris, y en Sumeria Tammuz, o para los griegos Adonis, y que las legiones romanas adoptaron de Persia bajo el nombre de Mithra (y que conste que faltan otras advocaciones y avatares del mismo falso "hijo del Dios"). Quizá tu cristianismo sea más un mazdeísmo, ignorándolo tú. O tu Escatología esté fundada en conceptos gnósticos, o en esoterismo, que en la Verdad (y tú ni lo percibas). O la Verdad solo pueda ser percibida bajo condiciones extáticas.

Quizá la profecía sea simple adivinación, y se valga de conocimientos astronómicos, pues dice la Escritura que Dios puso las lumbreras para que fueran señal de los tiempos, el día y la noche. La guía necesaria para conocer los tiempos de siembra y siega de antiguas culturas agrícolas. Y que los sacerdotes convirtieron en rito y culto. En religión. De ahí que los intérpretes de la profecía al buscar señales en los cielos en realidad estén poniendo en uso la Astrología, sin que lo confiesen abiertamente.

Quizá engañados, hemos adorado a lo largo de siglos, a Satanás, pensando que nos postrábamos delante del verdadero dios. Y lo hemos llamado Baal, y lo hemos reconocido en glifos de los cuales buscamos desesperadamente conocer el significado y la pronunciación correcta porque encierran todo el poder del Universo.

 Quizá en la desesperación que produce la injusticia y el abuso de los fuertes, esté el por qué necesitamos un mesías, "alguien" nos rescate y nos haga justicia. Y que al final termine por ser un falso mesías. Pero eso sí… mis errores en la búsqueda de la verdad, se los debo: a lo despreocupado que viví los años de mi vida, decepcionado por la hipocresía de los mojigatos y "persignados", y a estar convencido que podría hallar a Dios sin buscarlo teniendo "buenas intenciones" y "un buen corazón". Después, cuando ya interesado por buscar a Dios, lo que hallé fue confusión y mentira; mentira y confusión, y superstición e ignorancia, y que la "Casa de Dios" es un mercado donde todos hablamos a la vez y nadie se entiende, donde hay quien vende y quien compra "fe, perdón y vida eterna".

Hallándome solo en mi búsqueda, he venido dando tumbos, pasando por la misma criba: paradigmas y fe, temblando de miedo y de incertidumbre porque nada de lo que me enseñaron en las "Iglesias" se aproxima siquiera a la razón y la verdad. Desengañado porque mi "salvador" es una pálida sombra que se proyecta dentro de la cueva de Platón. Y Dios, como lo enseñan en las religiones y lo asientan las Escrituras, es un perverso Demiurgo, creador de un universo caótico e imperfecto. Y miedo ante la falta de certidumbre acerca del destino final de los hombres... Sin embargo:

¡Mira si no es Misericordioso y Real El que Es y Vive! Que a pesar de mi incredulidad, de la confusión, de comprobar en reiteradas ocasiones que todos desobedecen el mandamiento de Dios, quitando y poniendo a la Escritura; Que en medio de este profundo dolor, de la decepción y el miedo… ahora tengo paz. Y tengo paz. porque El vive. El es mi paz, y la fuente y sustento de mi vida. Esto, no sé cómo te lo podría explicar, pero. Es la verdad. Lo demás, es confusión de palabras, y vano esfuerzo, y aflicción de espíritu.

(1Ki 19:12) Tras el terremoto vino un fuego. Pero el Eterno no estaba en el fuego. Y tras el fuego, un silbo apacible y suave. (1Ki 19:13) Cuando Elías lo oyó, cubrió su rostro con su manto. Salió y se paró a la entrada de la cueva. Y llegó a él una voz que dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?"

יעקב בן ציון
Carlos Fernando Herrera López
Médico.

lunes, 23 de abril de 2012

La Verdad

Baruj atah. Amigo o enemigo mío: si estás leyendo estas palabras, es sólo porque estás en la búsqueda de la verdad. Déjame decirte algo: Yo no tengo la verdad, pero Dios es la verdad. Y solamente la verdad te hará libre. Y es precisamente que en aras de ser libre, que debes de esforzarte en buscar la verdad. Porque ni las drogas, ni la fama, ni la promiscuidad sexual, ni la belleza, física ni las riquezas, ni la anarquía te darán la libertad que necesitas. Ni la ciencia ni las enseñanzas de los hombres, ni las religiones ni las tradiciones te conducirán al conocimiento de la verdad. Porque la verdad solamente se encuentra en Dios. Y solamente Dios, es capaz de escribirla en tu corazón. La verdad te traerá paz, y la paz de tu corazón, te permitirá ir alcanzando paso a paso el amor de Dios que te hará resplandecer. Solamente la verdad le permitirá lograr la libertad, y el conocimiento para vivir una vida plena, que le haga comprender el sentido que hay en dar algo a cambio de nada, y ser capaz de hacerlo aun por un perfecto desconocido, e incluso por tu enemigo. Solamente esto es lo que le permitirá conocer el corazón de Dios. Es la verdad, y no la religión el elemento que hará de ti la persona que Dios diseñó y formó en su buena voluntad. Y que tú sabes que anhelas ser. Una persona libre y sin maldad, pero que debe llegar a ser el individuo que D'os diseñó, aprendiendo a ser obediente y humilde a la voluntad de D'os, y no mediante la imposición de la fuerza ni por la seducción de las palabras. El hombre que D'os diseñó es un individuo: sin hipocresía, sin idolatría, sin fanatismo, sin odio racial o prejuicios que son la causa malos entendidos, de peleas, de homicidios, y las guerras. Y de la peor de las maldiciones: la falta de fe, y la blasfemia de negar a Dios. La verdad hace de ti, una persona que no pretende manipular a Dios, solo con quejas, o pesadumbre, y menos con invocaciones mágicas y rituales aberrantes, lo que termina por ser hechicería. Un individuo que tampoco pretende sobornar a D'os, con dinero. Porque D'os no está a nuestro servicio. Dios es como un padre. Pero un padre que se deja manipular de sus hijos, terminará por hacer de ellos gente indeseable. No todos los caminos son buenos para llegar a la verdad, es decir: a Dios. Por ejemplo, quienes han tenido oportunidad de consumir alucinógenos como el ácido lisérgico; afirman haber tenido experiencias extáticas cercanas a Dios. Esto es aberrante. Porque si fuera cierto, entonces todos estaríamos necesitando consumir drogar para llegar al éxtasis. En realidad, las experiencias extáticas amplifican la capacidad de percepción de los sentidos, pero los distorsionan. Los ayunos prolongados por ejemplo, producen alucinaciones similares a las producidas por el peyote o los hongos, quienes han pasado esas experiencias afirman haber visto seres fuera de este mundo, como los ángeles. Pero es un hecho, que una experiencia extática no hace de ti una mejor persona. Y no podrías saber si lo que tienes no es Esquizofrenia. En contraparte, puedo afirmar que si conservamos nuestra capacidad de asombro seremos capaces de ver a D'os en todo (no que todo sea Dios). Pero el día que, como hombres de ciencia estamos seguros de haber resuelto todas las incógnitas, y para nosotros un amanecer o la lluvia, son solamente asuntos siderales o climáticos. El día que un riñón se convierte solamente en un conglomerado de células; ese día, dejamos de percibir a D'os, y estamos condenados a la necedad y a la blasfemia de negarlo. Sin embargo, el verdadero científico tiene la humildad de reconocer que D'os sí existe. Y que todo existe gracias a D'os. La verdad tampoco está en la fusión de todas las religiones, es decir, en el sincretismo religioso (del cual, el mejor ejemplar -aunque no el único- lo tenemos en la Iglesia Católica Romana) A fin de evitar una mezcla blasfema de creencias, y mentiras, y liturgias y ritos, que parece ser en la actualidad una práctica creciente. Y que impregna todas las religiones desde siempre, que culminan en la aberrante expresión del ecumenismo que se impone incluso por la violencia. Y que fue maldito por Dios desde los días de la torre de Babel. Para huir de esa abominación desoladora, yo y tú y todo el mundo con un cerebro funcional, y un corazón (neshamá) vuelto hacia D'os, está en el imponderable deber de saber quién es D'os. Pero el verdadero D'os, no es ese dios de los sacerdotes, ni aquel dios, que las tradiciones culturales le indican a ti y a mí: "este es tu Dios, y esta es su adoración y esta su voluntad, y esta es su imagen y ésta es su marca." D'os no es esto. Esa no es la verdad, ni tampoco es pensar que no hay dios como los científicos piensan. Nadie tiene derecho de quitarte la certeza de la fe. Ni de presentarte un dios espurio, esto quiere decir que no es D'os. Porque no todo lo que nombramos dios, verdaderamente es D'os. Di-s es, y se ha manifestado a toda su creación, desde que la creación fue, y hasta hoy. D'os no juega a las escondidas como muchos piensan. El quiere ser hallado por ti. Pero en la verdad. No en esa mezcla de verdad y mentiras que brotan de la mente, y de las tradiciones y los mandamientos de los hombres, sacerdotes, hechiceros, "científicos" "ministros de culto", comerciantes. Y de todo aquel perverso, que hace del creyente un objeto de mercadería. O que es tomado por imbécil por aquellos que piensan tener un conocimiento superior, oculto y privilegiado. Accesible solo quienes son capaces de llegar desde los niveles iniciáticos, a las cúpulas del conocimiento y del poder. Al respecto de mi persona, nada hay que tenga dolosamente qué ocultarte. Pero ni lo que soy ni lo que creo puede afectarte en mucho, porque finalmente no pretendo inducirte a creer en lo mismo que yo creo. Y mi testimonio no es el de ningún santo, ni tampoco como el de Pablo de Tarso que dice haber conocido al Señor en un momento de éxtasis. Ni soy Elías. Ni tampoco uno de tantos que se levantan un buen día diciendo que son la reencarnación del Cristo. No pretendo Judaizar a nadie, ni arengo a una nación en contra de otra. Ni cierro los ojos al Shoa (Holocausto nazi), ni justifico las acciones del Estado de Israel. Ni busco votos a favor del Estado Palestino. Ni soy pro-yanqui, ni anti-yanqui, no soy comunista, ni jesuita disfrazado de judío. No afirmo ni niego que haya una Conspiración Secreta para imponer al NWO que traerá al Anticristo, ni que Satanás no exista, ni que existe el riesgo inminente de que el Islam se apodere primero de Europa y después del Mundo. No sé si el hombre de pecado vendrá de N.Y. o del Islam. Si es Binyamin Netanyahu, o si el Dajjal era Moshe Dayan porque era tuerto. No soy ni siquiera Teólogo, ni mucho menos pastor o cura (gracias D'os por tu sabiduría). No soy apóstata, ni hereje porque así lo decrete un hombre ni alguna organización religiosa. Y no estoy más ajeno a responder por mis palabras ante D'os que lo pueda estar un lobo rapaz o un verdadero Naví (profeta). Además dejé de seguir los "noticieros proféticos" cuando comprendí que todos hemos venido jugando al adivino. Y la adivinación es abominación para D'os. Porque D'os es quien te debe importar, y no yo. De mi curriculum vitae como individuo solo te diré brevemente que llegué al mundo en la Ciudad de México, hace 57 años al día de hoy. Soy médico y ejerzo la Pediatría. Que en mi búsqueda dejé la religión de mis padres, y pasé al evangelismo. Y que he hurgado mis raíces en Israel, y que me siento en Shalom con D'os, y le llamo Abba, Elohai, y Adón, y que para mí como para muchos otros tiene un nombre inefable o en Hebreo Shem HaMeforash. Mis mensajes en Internet han estado encaminados a comentar mis pesquisas y hallazgos, y que he tenido que ir haciendo ajustes sobre la marcha, porque anojí (quiere decir: yo) también fui contaminado con las mentiras de las religiones. Pero todah la El, que no ha soltado mi mano. Al día de hoy, no milito en ninguna religión, porque no estoy identificado plenamente con ninguna. Respeto todas las formas de pensar, soy tolerante pero no incluyente. Pues la voluntad de D'os es que amemos al pecador, pero repudiemos su pecado. Y mentir es pecado. D'os nos ama a pesar de nuestros defectos y de nuestra proclividad al mal. Pero al final, nada de lo que hayamos dicho o hecho mal, quedará sin su justa retribución. Creo que solo hay un Poder que está sobre todos los demás poderes que existen. Es decir, creo que D'os es Uno. Que podemos alcanzar a saber quién no es. Pero que llegar a entender Quién es, esto es: Cuál es su Naturaleza; queda fuera de los alcances de los hombres. (Incluidos los hombres de Ciencia, los Jasidim, los Ortodoxos, los Gnósticos, los Rosacruz, los Masones, los Mormones Testigos de J'ovah, Cristadelfianos, Karaitas, Natzratim, Unicistas, Monarquianistas, Evionitas, sabelianitas, Arrianos, Atanasianos, Kazarim, y la lista podría continuar...). Sin embargo, si dejamos de ser antropomorfistas, podemos saber cómo es D'os, y para empezar, rotundamente puedo afirmar que Di-s es el prefecto amor (Ahavah). El es s'nto, justo y verdadero. Tres cualidades que no podemos decir acerca de las religiones en general. De vuelta conmigo, continuaré diciéndote que no promuevo ni ataco a ninguna creencia o fe, en particular, porque en todas hay graves fallas en las enseñanzas, dogmas, paradigmas, normas y creencias. En de toda la tierra, en todas las culturas, y a través de los siglos. Y créeme, quedaríamos en el estupor más profundo, si nos diéramos cuenta de la cantidad de puntos en común que tienen todas las cosmogonías, y todas las teologías, y todas las liturgias. Aun entre las más irreconciliables y radicales. Y por desgracia para la humanidad; todos hemos sido enseñados con esa defectuosa programación, mezcla de superstición, magia y mentira prevariciosa. Aquí me parece conveniente puntualizar de nueva cuenta que no es el sincretismo religioso lo que nos va a guiar a la verdad. Por lo contrario. El ecumenismo y el sincretismo religioso, son la máxima mentira del diablo. Su mejor creación. Y va a prosperar por desgracia, bajo la forma de la Cienciología, o de la Teosofía, o del New Age, o el Holismo. Todo lo cual es neoplatonismo gnóstico. Sin mencionar el ufoteísmo alienígena, (la adoración a los extraterrestres). Y todo esto, porque nuestros ojos y nuestros oídos, están ciegos y sordos, por tantas mentiras que hemos recibido por los ojos y por los oídos. Y porque nuestros corazones están endurecidos a causa de nuestro egoísmo, y nuestros pies y nuestras manos terminan por quedar paralizadas para hacer y para caminar como D'os diseñó. Nuestra manera de honrar a Dios debe ser a través de una vida recta, alejados de lo que es malo y, al mismo tiempo, amar a nuestro prójimo aceptándolo como es, pero sin solaparlo en sus errores, ni sintiéndonos mejores personas que él. Y no medir nuestro amor o nuestro rechazo basados en nuestros propios razonamientos, ni con los métodos, y costumbres, o lo que recomienda el vulgo o lo que el mundo de la moda dicta. O los usos que la tradición, y/o la formación religiosa, nos ha infundido. Sino con la sabiduría que viene del corazón de D'os. En cuanto a mí. Todah la'El, que significa: Gracias a Di-s, no necesito hacer esta tarea de investigación y la divulgación sobre mis hallazgos y conclusiones, como un trabajo para ganar dinero, porque tengo todo lo que necesito a partir de mi trabajo como médico, y no necesito más ni menos, y me siento dichoso y agradecido con D'os porque me permite ejercer mi profesión médica. Desde hace casi cuatro años, vengo escribiendo el blog Alef Taw, y en facebook, y otras redes sociales en Internet. Lamento no haberme interesado mucho antes en mi vida por las cuestiones de la fe, porque hay tanto y tan variados asuntos qué leer para hablar con la autoridad de quien sabe a profundidad el tema del que habla. Que soy consciente de mis limitaciones cognitivas, anteriores y actuales. Por lo que en mucho de lo escrito, seguramente habré de efectuar algunas correcciones y reconocer aquello en lo que he estado equivocado. Y no descarto la posibilidad de tener que retractarme en el futuro de algo que pueda haber afirmado hoy. El único infalible y perfecto es D'os. Por lo demás en lo que se refiere a mi vida personal agrego: que tengo una buena familia, un buen trabajo como médico, la salud que corresponde a mi edad actual, y a las consecuencias de mis excesos juveniles (entiéndase tabaquismo). Profeso una sincera gratitud a D'os, y el amor y una profunda reverencia su Kavod (gloria) a su Nombre. A su Qedushá, s'ntidad, a su misericordia (Jesed), y favor inmerecido (Jen), a su sabiduría (Jojmah). Mi compromiso es solo con D'os. No tengo ninguno otro. No estoy comprometido con la "estirpe" genética de nadie. Y les recuerdo a todos los que son xenofóbicos, que de Mitzrayim salió Ysra'el, en compañía de miles de extranjeros, que vivieron también como israelitas como cualquiera de los bene Ya'aqov. Ni propugno ni impugno credos, y en este rubro, solamente repudio a los hipócritas. No soy incluyente con lo que resulta ser aberrante, por cuanto a preferencias o prácticas inmorales, y reprobadas. No soy un misionero cristiano encubierto, ni un jesuita disfrazado de Judío. Ni un Natzrati Judaizante, simplemente porque soy incunable. Libre soy yo, libre porque la búsqueda de la verdad me ha llevado a identificar las mentiras y esto: me hace libre. Aunque el radicalismo recalcitrante de los hipócritas me condene. Porque citando un poema anónimo puedo decir: "No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve el infierno tan temido, para dejar por eso de ofenderte." Me mueve un profundo dolor por las personas que sufren, viviendo en el engaño, en la miseria moral, extorsionados por su necesidad de D'os, y de su negligente ignorancia, que los hace presa fácil de los depredadores del alma. Para ellos hago mis pobres esfuerzos, y para honrar a D'os, aunque consciente que la mejor de mis obras, comparada con El, resulta ser como un trapo de inmundicia. No persigo tu aplauso, ni me mortifica el repudio de quienes se puedan sentir agraviados al mirarse en el espejo, de lo que mi corazón me dicta escribir. Y escribo con prudencia, no con retórica, para evitar seducirte con mis argumentos. Por ahora, termino recordando a todos que "de la abundancia del corazón habla la boca."

Amigo mío, o enemigo mío: Shalom leja. Shalom lekulam.

lunes, 16 de abril de 2012

Dios o ciencia.

Ahora no estoy hablando de religión. Voy a hablar acerca de la fe, el llamado de algo más fuerte y completamente inexplicable más allá de toda comprensión y razonamiento humano, e incluso más fuerte que todas las transgresiones de los hombres, y todas las mentiras inventadas por las religiones del mundo. La fe surge como el paliativo, o aun como la panacea, para satisfacer alguna necesidad, cuando requerimos el auxilio de una fuerza o poder para alcanzar aquello que no podemos lograr o resolver con nuestras propias fuerzas, bien se trate de sustento, conocimiento, riqueza, fuerza, retribución, venganza o justicia, amor, dicha, tranquilidad, salud o vida. Todo lo que el hombre necesita o hace, requiere de fe, y paciencia. La fe y la paciencia, le dan sentido, dirección y propósito a la vida del hombre. El objeto de nuestra fe está condicionado a nuestra personal forma de entender la vida, el mundo, las relaciones humanas, el conocimiento, la justicia y la moral. Así, quien pone su confianza en las cosas materiales, hará uso de su mente racional a partir de la percepción de sus sentidos, y pondrá su confianza en los alcances del hombre, en la Ciencia y en las Humanidades. Y vivirá para alcanzar cosas materiales. El hombre espiritual, pondrá su fe en la existencia de un dios, es decir: de un ser poderoso, hará uso de sus emociones y de su sensibilidad espiritual para conocer y percibir más allá del uso de los sentidos, y de la observación objetiva, y mostrará una tendencia persistente a juzgar no por hechos, ni evidencias, sino por lo establecido según la tradición cultural y religiosa de la cual proviene. O quizá buscará alternativas pero siempre sosteniendo la existencia de un Ser Supremo. Hay multitud de cosas en las que se puede depositar la fe, pero no todas estas cosas son capaces de responder a la fidelidad del que cree. El hombre natural, debe aceptar que la Ciencia es cambiante, y por tanto, debe renunciar a elevar a calidad de Ley, lo que aun es teoría; y aceptar que hay límites en el conocimiento científico que no se pueden alcanzar. El hombre espiritual, debe aceptar que no toda tradición, ni toda enseñanza, corresponden a la verdad prístina, y entender la función del tipo o sombra y del rito como un instrumento educativo, pues darle otra connotación, conduce a idolatría. Tanto el hombre de entendimiento natural, como el hombre de entendimiento espiritual, deben entender y reconocer, que negar los límites del conocimiento que podemos alcanzar en cualquiera de las dos vertientes, solo conduce al fanatismo, a la hostilidad, a la cerrazón, a la segregación, y a la negación de la razón por una parte, y a la negación de la voluntad de Dios, por la otra. Sería sano para el científico, abrir su mente a la existencia de Dios, con lo que estaría honrando su propia capacidad de ser pensante. Como sano sería para el espiritual, reconocer que la palabra y la voluntad de Dios, deben discernirse para separarla de las mentiras que enseña la religión. Tanto para el hombre científico, como para el hombre espiritual, tomar una postura contraria, termina en fanatismo y necedad. Pero cada uno está en libertad de decidir lo que mejor le convenga. Sin embargo, es prudente entender que la única forma de consolidad la fe que cada uno profesa, es abriendo los ojos a la verdad, aunque esto implique renunciar a permanecer apegado a nuestros viejos paradigmas, sean estos con fundamento Científico, o con fundamento a la reverencia a Dios. Porque la fe, es la certeza en lo que es firme, universal, y eterno. Lo otro, es simple apego, a la terquedad, a nuestro egocentrismo, y a nuestra intolerancia.

miércoles, 11 de abril de 2012

¿A qué hemos venido?

Todos tenemos aspiraciones, sueños, propósitos; anhelos de llegar a ser o de llegar a tener, de saber, de conocer. De alcanzar. Para eso estamos aquí. Contemplamos para gratificar nuestros sentidos, y para agradecer, para embellecer y cuidar, esa es la razón de nuestra existencia. Aunque la mayoría de las ocasiones no estamos plenamente conscientes de todo ello, y nos desgastamos en luchas y confrontaciones, en imposiciones y descalificaciones, en juicios y prejuicios, en premoniciones y adivinación. Nos esforzamos por enajenar la libertad de otros, y por exaltar nuestros egos, somos gregarios con aquellos que nos son afines, y segregamos a aquellos que no comparten nuestros criterios y nuestras ideologías. Y aun si estamos en posibilidades los ridiculizamos, los perseguimos, los acosamos y aun los destruimos si podemos permanecer impunes o en anonimato. Podemos creer en un Ser Creador, Eterno y Poderoso. O aun pretender que se ajuste a nuestros criterios, a nuestros caprichos y conveniencias. Podemos ignorarlo o aun blasfemar y renegar de 'El, atreviéndonos a demostrar nuestra soberbia y nuestra ignorancia al negar su existencia. De cualquier modo 'El existe y vive. Y cuando nosotros dejamos a un lado nuestro yo egoísta, podemos ser receptivos a su Ser, y no tenemos otra salida que amarle reverentemente, y temerle a su poder.

domingo, 11 de marzo de 2012

Vende todo lo que tienes.



Proemio

16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme
22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Mateo 19:16-30
Reina-Valera 1960
ver también: Mr. 10.17-22; Lc. 18.18-23

Exposición
Jesús -Yahoshúa-Yeshua-YESU, o como le quieran llamar. El Histórico, el moré, el rav, el maestro. De quien se dice pudo ser discípulo de Juan el bautista. Y quien, según la tradición se afirma que tuvo un ministerio itinerante por todo Galil. Como buen Judío que fue, fiel al pensamiento Judío para transmitir las formas de conducta Judía: [Halajá] la aplica en su enseñanza. Haciendo uso de las mismas técnicas didácticas para estampar el espíritu de la Torah (Ley-instrucción) dictada a Moisés (Moshé) en el Har Sinai.
La tradición, nos enseña que este Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar) fue constantemente probado por sus propios hermanos Judíos a lo largo de su ministerio. Pero en este caso, la preocupación del joven rico es recibir una respuesta a una de las grandes preocupaciones que son comunes a los hombres de todos los grupos étnicos, de todas la religiones, de todas las épocas: La vida eterna, la vida después de la vida, y la condición para acceder a esta. Y la respuesta del maestro es concisa y directa citando de las diez palabras (o Diez Mandamientos), aquellos que se refieren a las relaciones entre los hombres, dejando de lado en este caso, los mandamientos relativos a la Honra de Dios de parte de los hombres.
El joven rico se acerca al maestro con la palabrería lisonjera que es común a todos aquellos que buscan solamente los beneficios de Dios -y de los hombres-, antes que buscar amarle, obedecerle y conocerle (en ese orden). Por eso el joven rico le llama: "maestro bueno". ¿O acaso es que este joven rico judío, reconocía en Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar), al Mesías, o al hijo de David, o al Hijo de Dios, o al mismo Dios encarnado? ¿Era Judío este joven rico? Sí. O al menos, era un extranjero judaizado, pues más adelante, él mismo ratifica haber seguido los mandamientos citados por el maestro al afirmar: "Todo esto lo he guardado desde mi juventud"
Por su parte, y en respuesta a la introducción lisonjera del rico, el maestro contesta con humildad preguntando a su vez: "por qué me llamas bueno. -Y luego afirma- Nadie es bueno, sino solo uno: Dios." Con lo cual, Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar) deja en claro su propia postura de sometimiento con relación a Dios, sea esta en su calidad de Hijo, o de Mesías, o llanamente de hombre y enviado.
Pero el rico se le ha acercado a buscando al maestro, y no como reconociendo a Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar)como a Dios encarnado, o como al Hijo de Dios, o al Mesías de Israel. No, rotundamente no podía ser esto, pues ni siquiera le llama: hijo de David como lo hacían los ciegos (bien por ciegos, o bien porque tuvieran una mayor sensibilidad espiritual por la misma razón). Y mucho menos, Jesús-Yahoshúa-YESU, estaba indicando en forma alguna, ni en ese momento (ni en ninguno otro según las Escrituras) el ser Dios mismo, ni aun reclamó en público ser el Mesías, y a sus discípulos pedía guardar silencio al respecto.
El método Halajico del maestro Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar) o la inquietud personal del joven llevan a este último a preguntar: "Qué más me falta". -para alcanzar la vida eterna- Aquí la mayoría de las versiones nos transmite esta respuesta del maestro: "–Si quieres ser perfecto, ve, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riquezas en el cielo. Luego ven y sígueme."
¿Qué significan estas palabras: Ven y sígueme? Por supuesto que se pueden dar una multitud de argumentos para contestar esta pregunta. Pero si únicamente fijamos nuestra mirada en las palabras que preceden a esta indicación: Ven y sígueme. Así tenemos que dice: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo;…."


Pero no vayas a pensar que el Moré יהושע está hablando de  cosas materiales. Claro que yo me he valido de una caricatura de venta de garage para ilustrar el encabezado de este artículo. Pero el Moré no está hablando de objetos que se pueden comprar y vender, que son perecederos, algunos básicos y otros superfluos. Que son excesivamente caros o que tienen poco valor.

No está hablando de dejar todo aquello que has atesorado avariciosamente: sean tus riquezas materiales, tus blasones familiares, tus galardones académicos, o tu posición social, o tu influencia en tu lugar de trabajo, o en tu ministerio religioso. Habla de renunciar a todas aquellas cosas que integran tus paradigmas, y configuran tu mentalidad, sea esta secular  y científica, o religiosa y mística. Aquellas cosas que no te permiten abrir los ojos y el corazón, y te mantienen inmóvil. Si me permites el paréntesis, que "vende todo lo que tienes" es algo similar a la escena del filme "Up", cuando el anciano decide dejar atrás todas aquellas cosas que le eran entrañables y nostálgicas, pero que le impedían volar, para lograr su objetivo, y para acudir en el auxilio de sus desvalidos amigos: un niño, un perro, y un ave. 

Quienes dejamos atrás las tradiciones y la religión de nuestros padres emulando a Avraham, sabemos el trabajo que da el desapego y la renuncia a aquello que constituyó nuestra identidad en el pasado. No estoy invitándote a dejar tu fe. Solamente a hacer los ajustes que requiere para que puedas ver la verdad que tu corazón ha estado buscando, pero que a tu mente le cuesta admitir que esa es la verdad.

"Vende todo lo que tienes", es una forma alegórica para decir que dejes atrás lo que te estorba y te impide avanzar a tu neshama (consciencia), tu egoísmo, tu despotismo, tus prejuicios. Tus dogmas. Todo aquello que consideras tus riquezas, tus logros. 
¿Recuerdas a quién Dios, llamó "un varón perfecto"? Pues a Iyov (Job). Este varón aprendió a conocer a Dios y a mantenerse fiel en su confianza en El, a pesar de haber perdido todo lo que tenía. En la respuesta del maestro, se le deja al joven rico la libre decisión de vender todas sus posesiones y dejarlo a los pobres. Mas el apego a lo material le impidió hacer caso de lo que el maestro le indicó.

Si Jesús-Yahoshua-Yeshua-YESU (o como le prefieran llamar) es el Mesías de Israel, o el Hijo de Dios, o Dios encarnado. No se aferró a ello, ni apeló a ello en sus argumentaciones y enseñanzas. En todo caso, si lo es (el Mesías de Israel, o el Hijo de David, o el Hijo de Dios, o el mismo Dios encarnado) fue sabiamente humilde como para haber vendido todo lo que tenía, para darlo a los pobres. Por eso, ni los ricos en bienes financieros y posesiones materiales, ni a los ricos en conocimientos seculares o religiosos, ni a los "ricos en espíritu", ni los que están aferrados a sus infortunios y miserias materiales y espirituales les será fácil encontrar el camino a la vida. Antes, como el joven rico: Oyendo esta palabra, la mayoría se marcha insatisfecha y triste…

jueves, 8 de marzo de 2012

La vida y la muerte



Mirar detenidamente la foto de un neonato grave, orointubado, sondeado, multipuncionado, tan pequeño, tan indefenso, tan frágil, me hizo pensar profundamente en la labilidad de la vida, en la lucha intensa y dramática que batallan los enfermos. Y en la trascendencia del ejercicio médico, y del empeño y el leal esfuerzo del personal que le apoya: es a saber, las enfermeras, el personal de laboratorio de análisis clínicos, los de diagnóstico por imagen. Todos, como responsables directos del cuidado de los enfermos, grandes y pequeños. Sin dejar fuera al personal que se ocupa de las labores menos reconocidas y quizá menos agradables, pero no menos importantes, como el que realiza el personal de limpieza y los intendentes, y ordenanzas. Pero sobre todo, reflexioné sobre la vida, la muerte y Dios.

La vida y la muerte, los dos extremos de la existencia que podemos certificar. Procesos, sucesos, eventos, experiencias gratas o sufrimientos profundos, intensas emociones que atesoramos como lo mejor que podemos poseer, si bien lo inmaterial, lo meramente afectivo, son bienes tan inconmensurables, como efímeros, que atesoramos en un arcón virtual escondido en un lugar ignoto del corazón, o si se prefiere: de la mente, supuestamente asentado en alguna circunvolución del cerebro.

La vida y la muerte son esas intangibles sustancias, materia prima sobre la cual los médicos trabajamos afanosos. En ocasiones por amor al prójimo, en otras como un modus vivendi por el cual apostamos nuestra propia vida y esfuerzos. En otras, por mero orgullo y egocéntrica soberbia humana. Porque los médicos, somos humanos, y no ángeles, en el sentido místico de la palabra ángel. Ni apóstoles en el sentido religioso del término apóstol. Aunque si analizamos estos sustantivos, desde las palabras hebreas que las originan, respectivamente: [Malaj en el así conocido Antiguo Testamento; y Shliaj, en el Nuevo Testamento según se conoce en Occidente] ambos sustantivos son sinónimos en la práctica.

Entonces sí, los médicos: somos apóstoles (enviados) y también somos ángeles (es decir: mensajeros), en ocasiones de Dios, y en otras, solamente, agentes formados en Universidades, y en hospitales, a fuerza de desvelos, de renunciar a tener vida propia, familia, esparcimiento. Renunciando también a gozar del reposo corporal a horas biológicamente humanas. Al abdicar al yo, al interés personal, al justo emolumento, a la propia salud, al interceder a favor de otro, la Medicina, se vuelve sacerdocio, ministerio del cual el médico se convierte en diácono, tratando de impedir que el deudo, o el desahuciado, en su dolor o en su desánimo, pierdan la fe en Dios. Y es que solamente Dios, tiene en sus manos las llaves de la vida y de la muerte.

Por ello, el oficio médico es tan ingrato al final. Dudo que haya algún médico que no haya sido testigo alguna vez, de un enfermo moribundo, que sana contra todo pronóstico, en tanto que otro, a punto de sanar, muere repentinamente a pesar de recibir la mejor atención y cuidados de la Ciencia. Por tanto, el resultado final del quehacer del médico está más allá de sus conocimientos y destrezas, cuando es Dios, quien dictamina el resultado. Por supuesto que hay médicos más diestros que otros, así como hay abogados más capaces, u operarios más productivos, o secretarias más eficientes. Pero aun los médicos más prodigiosos y eminentes, verán con resignación, morir a más de un enfermo grave, una vez que se rebasan los límites del hombre.

La vida y la muerte, los dos extremos de un proceso al que denominamos existencia. Extremos que somos capaces de mirar objetivamente como una realidad que nos afecta. Proceso cuyo devenir, artificiosamente fortuito y caprichoso, es el resultado del concurso de factores aparentemente inconexos, aleatorios, de los cuales depende lo mismo: que una destreza superior se manifieste o que una enfermedad aqueje a un individuo. En tanto que los mismos factores conjugados de manera similar, no llevan necesariamente al mismo resultado en otro sujeto.

La vida y la muerte; nos debieran llevar a reflexionar que: aun poniendo en duda lo que las religiones pregonan y enseñan como dogmas incuestionables; la existencia tiene una razón de ser, que el conocimiento humano no logra desentrañar, y un propósito, que corresponde a cada cual definir conforme los dictados de su corazón y de su razón, al margen de toda insinuación mística enajenante, y de toda soberbia y necedad humana.

Dr. Carlos Fernando Herrera López

Médico

Es decir:

(Ya'akov Ben Tzyion)

Creyente

domingo, 1 de enero de 2012

Un video interesante



Esta simulación de ordenador, da una panorámica de los lugares donde la tradición bíblica del Brit Hadasha (Nuevo Testamento) marca como los sitios donde el Mesías Yahoshúa de Natzrat llevó a cabo la tarea que El Padre le dio que hiciese. Nos da una idea de cómo era el Segundo Templo de Jerusalén, Escucharás entre otros cantos, la bendición Aharónica también conocida como la bendición sacerdotal. Que tu espíritu sea tocado por el contenido de este video. Bendiciones (brajot) para tu vida. Shalom