miércoles, 11 de abril de 2012

¿A qué hemos venido?

Todos tenemos aspiraciones, sueños, propósitos; anhelos de llegar a ser o de llegar a tener, de saber, de conocer. De alcanzar. Para eso estamos aquí. Contemplamos para gratificar nuestros sentidos, y para agradecer, para embellecer y cuidar, esa es la razón de nuestra existencia. Aunque la mayoría de las ocasiones no estamos plenamente conscientes de todo ello, y nos desgastamos en luchas y confrontaciones, en imposiciones y descalificaciones, en juicios y prejuicios, en premoniciones y adivinación. Nos esforzamos por enajenar la libertad de otros, y por exaltar nuestros egos, somos gregarios con aquellos que nos son afines, y segregamos a aquellos que no comparten nuestros criterios y nuestras ideologías. Y aun si estamos en posibilidades los ridiculizamos, los perseguimos, los acosamos y aun los destruimos si podemos permanecer impunes o en anonimato. Podemos creer en un Ser Creador, Eterno y Poderoso. O aun pretender que se ajuste a nuestros criterios, a nuestros caprichos y conveniencias. Podemos ignorarlo o aun blasfemar y renegar de 'El, atreviéndonos a demostrar nuestra soberbia y nuestra ignorancia al negar su existencia. De cualquier modo 'El existe y vive. Y cuando nosotros dejamos a un lado nuestro yo egoísta, podemos ser receptivos a su Ser, y no tenemos otra salida que amarle reverentemente, y temerle a su poder.