miércoles, 16 de diciembre de 2015

Confieso que he sido un ciego

Varones hermanos, y hermanas. He de confesar delante de ustedes: Que he sido un necio y un ciego.
Aní Ya'aqov Ben Tzyion
אני יעקב בן ציון


Aparte de que esta declaración encierra una verdad por lo que se refiere al hecho de que constantemente tenemos que reconocer, que nuestro conocimiento y nuestro pensamiento cada vez es más completo que el día anterior. Les comento que inicialmente, pretendí captar la atención de ustedes, para el texto que les envío a continuación: A mis amigos que respondieron con su atención rápidamente, espero que el siguiente texto, no les resulte una sandez. Gracias. 

Confieso que he sido un ciego

miércoles, 16 de diciembre de 2015
01:29 p. m.

Como suelen hacer los noticiarios, el encabezado solo es llamativo para captar la atención del espectador. Así que no se adelanten a hacer juicios, mejor lean el texto.
Gracias a todas las personas que participan en los diversos foros de opinión, he caído en la cuenta de algo que quizá por obvio permanece tácito. 


Alguien, supuestamente Pablo de Tarso escribió en cierta carta a Los Hebreos: 

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.". 

De manera independiente a que se le reconozca un origen inspirado, la anterior afirmación es una definición bastante certera.

Un error terrible en el que incurrimos en los foros, es pasar por alto el sentido de tal enunciado. Hacemos una revoltura de verdades y evidencias concretas, conceptos, doctrinas, teologías, religiones y conclusiones personales apresuradas, y todo termina en una vorágine de opiniones, descalificaciones, burlas e insultos que va en todas direcciones, y afecta a todos los participantes.
Al final, no hay punto de acuerdo, porque nadie toma en consideración que la fe se fundamenta en lo que no se ve, y se deriva hacia las cosas que se esperan. Es decir: desde dónde arrancas en tu fe dependerá hacia dónde te conducirá a creer en lo que puedes esperar de ella. 


Me explico: Si para una persona la verdad es por ejemplo: "el infierno es real y eterno", entonces no habrá evidencia ni argumento bíblico que pueda disuadirlo, porque eso es su fe y lo que se espera como fin escatológico de su fe. 


Así, solamente quienes comparten la misma base el mismo Objeto de fe, podrán estar de acuerdo en: Quién es Dios, Cómo es Dios, los Atributos de Dios, los propósitos de Dios, la forma de agradar a Dios, la conducta bajo la cual se debe vivir, escrituras sagradas, propósito de la vida, y meta final (o fin de los tiempos), cómo habrá de producirse, qué es la salvación, Quién salva, y de qué salva. Y todo ese cúmulo de etcéteras que forman parte integrante de la fe. 


Y como escribió recientemente mi amigo Carlos Herrera López:
"Cada cual cree lo que está dispuesto a creer. Contra esto, no hay evidencia, razonamiento, ni verdad que pueda convencerlo de creer en forma diferente".

יעקב בן ציון

domingo, 13 de diciembre de 2015

Esto, que te comparto querido amigo

Esto, que te comparto querido amigo, es algo que escribí anoche en un rato de sosiego en mi trabajo. Estaba un tanto cansado, y por ahí escribí doblemente unas palabras. Pero quiero compartirlo contigo. Quizá no estés del todo de acuerdo con lo que escribí. Solo fue mi sentir.... 

De Elokim -Baruj Hu- recibí la inteligencia y de sus palabras la sabiduría.
De mis padres recibí el sentido del bien hacer, del honor y la honestidad.
De mis compañeros recibí ambigüedad: 

el sentido de la amistad, y del engaño, de la lealtad y la deslealtad. El sentido de la defensa propia, y del mal hablar.
De la religión recibí su concepto de Dios, pero no el espíritu de Sus palabras.
De los gobiernos seculares recibí el significado de las palabras: falsedad, explotación, injusticia, impunidad e impuesto (en todos sus significados).
De mi profesión recibí el significado de las palabras, satisfacción y frustración.
De las personas que amé recibí el significado de las palabras, pasión, enojo, y desvelo.
De mis hijos recibí el significado de la palabra error, culpa, rebelión y amor.
De los enemigos recibí el significado de las palabras odio, rencor y traición, y pecado.
Sólo de Elokim -Baruj Hu-, recibí el significado de la palabra perdón. 

Y de todas las cosas que me da, recibí el significado de la palabra Gracias.

יעקןב בן ציון





EN TODOS LOS FOROS DE OPINIÓN-CONFRONTACIÓN de credos religiosos, se habla en forma recurrente de solo unos cuantos temas TEOLÓGICOS.
Cada cual, piensa que conoce todo sobre Dios (La Única Realidad Existente).
Usamos los textos Sagrados como auténticos guerreros (es decir, los usamos como escudo y espada).
Censuramos, ridiculizamos, descalificamos, menospreciamos y llegamos con mucha frecuencia al insulto personal, con el lenguaje propio del que no es piadoso.
Calificamos y graduamos el pecado. Marcamos como abominación lo que suponemos que Dios quiso decir con.... "Profetizamos" desastres, destrucción y "venganza" de Dios que viene sobre los PECADORES. Restando por completo la benevolencia y la misericordia de El Eterno.
Parcelamos a la humanidad, tamizándola según nuestros códigos morales de conducta.
Abrogamos la voluntad de Dios a nuestro arbitrio, o la Imponemos sobre toda criatura como si la imposición, y el hacer Justicia fuera algo para lo que estuviéramos capacitados.
Y "en nombre de Dios", fustigamos, castigamos, detestamos, abominamos a los "Infieles", a los pecadores, a los idólatras, a los tontos y a los necios.
¿Pero quién de nosotros habla del Perdón? ¿Quién recuerda que Dios es Misericordioso? ¿Quién es capaz de ENALTECER su fe haciendo obras de misericordia con su hermano (su prójimo si prefieren llamarlo así)? ¿Cuántos de nosotros estaremos dispuestos a hacer a un lado nuestra soberbia y nuestro conocimiento estéril por ser conocimiento sin amor? ¿Cuántos dejaremos de seguir empujando la rueda del molino de Sansón, ciegos por soberbia, encadenados a prejuicios y tergiversaciones de la palabra del Señor del Universo, prisioneros de nuestro egoísmo, de nuestras jactancias, de nuestros "líderes espirituales", de nuestros imperfectos conocimientos de la Sabiduría de Dios? ¿Cuántos de los que anhelamos la llegada del Mashiaj, estaremos dispuestos a hacer nuestra parte para que se produzca? ¿Cuántos dejaremos de ser como Sansón, que clamó a Dios por fuerzas tan solo por venganza personal contra sus opositores?
SHALOM ALEJEM
Ya'aqov Ben Tzyion
יקוב בן ציון